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02 agosto 2007

Reflexiones





El gusano de seda se encierra en un capullo para liberarse como mariposa tras la metamorfosis. El proceso de liberación es extremadamente dificultoso, porque la crisálida tiene que aplicar una enorme cantidad de fuerza para romper la cáscara del capullo con sus frágiles alas. Los científicos estaban intrigados acerca de qué pasaría si ayudaran a la mariposa en este proceso. Así, cuando llegó el momento de la liberación, abrieron artificialmente desde el exterior una serie de capullos. Las mariposas, ilesas, empezaron a hormiguear, pero no volaban. Ninguna de ellas fue capaz de elevarse por los aires y, como en aquel estado no podían acceder al néctar de ninguna flor, murieron de inanición.

La gran cantidad de energía desplegada para agrietar el capullo es necesaria para que las mariposas confíen en la fuerza de sus alas. Pero si no pasan por la experiencia de hacerlo de forma autónoma, no se atreven a abandonar la "seguridad" que ofrece el suelo…

Hoy narre esta experiencia a mis alumnos, en la tarde, y a mi sobrino Branko, por la noche. Más tarde a mi hijo.

Aquellos están viviendo etapas diferentes en la vida, mientras que mis alumnos recién empiezan a tomar conciencia de su educación formal, mi hijo y mi sobrino Branko están en camino de hacerse profesionales.

¿Qué los asemeja?, el estudio, el compromiso, el miedo al fracaso y las ansias del éxito. Pero, les explicaba que éste no es tan simple obtener. Que la vida es como una montaña cuyos caminos no son planos para llegar a su cumbre, deberán pasar dificultades, como una mariposa rompiendo su capullo.

Esa mariposa que lucha por la vida, que trata de fortalecer sus alas con su propio esfuerzo es la que va a gozar de hermosos jardines. No Obstante, aquella mariposa que no se esfuerza, que prefiere todo fácil, que desconoce como se forja el carácter para poder vivir, permitiendo que otros hagan su trabajo, lo único que está logrando que les corten sus alas y perezca rápidamente .Malogrando, así, todo el tiempo que necesito para crecer y demostrar cuán valiosa y digna era para disfrutar de hermosas flores y grandes jardines. Que si no los disfruto, fue tal vez su propia pereza que la derroto… Pero también hay mariposas de lucha, de carácter, con actitud de espíritu de hombres y mujeres de valor que trabajan, forjando día a día su futuro, que encuentran escollos y piedras, pero saben reponerse ante las dificultades, porque la resiliencia de su carácter los hace crecer y pararse ante la vida cuantas veces sea necesaria. Esa sin duda, va ha disfrutar no solo de un paisaje, sino que, saboreará néctares de otros más lejanos y conocerá muchos jardines que alegrarán su vida.

A veces los alumnos por no saber distinguir las prioridades, por desear un resultado inmediato. Pierden lo esencial, lo maravilloso de percibir en cada minuto de trabajo, de esfuerzo el néctar que disfrutarán cuando digan he cumplido bien, no soy mediocre, porque al igual que la lucha que hace la mariposa, para vivir, el esfuerzo en la vida también tiene un sentido.

Cuál es la moraleja que le quiero dejar muchas, o las que uds., quieran en su espíritu reflexivo tomar, pero como profesora les digo no permitan que les hagan sus trabajos, sus tareas. No importan cuánto cueste hacerlo, lo importante es para qué lo están haciendo Y si hoy no queda bien el trabajo o esa tarea, si no has logrado el objetivo propuesto, toma el tiempo ,que lleva la mariposa en salir de su capullo y comienza de nuevo a fortalecer tus alas para disfrutar de ese jardín llamado futuro.

A ti papá, a ti mamá, sean cautos, vigilantes sí, de las acciones de sus hijos, brindan confianza en el hacer y en la capacidad de su naturaleza, que ellos sientan que están expectantes, alertas y que sientan su presencia para entregarles seguridad. Pero, no actúen como los científicos, haciendo las tareas de sus hijos, no vaya hacer cosa que terminen cortándoles las alas.

Vuestra Educadora

Ady Kennya

1 comentario:

Aldo Jair(maxmiau) dijo...

Wow maravilloso!!!!=)