Hoy recuerdo sus caritas llenas de curiosidad y expectativas de lo que significa no estar más en el jardín para comenzar andar por el patio inmenso de un colegio. Dónde las rayas y puntitos se convertían mágicamente en letras y números. Todo un mundo empezaba a cambiar, el mundo inmenso que veían a su alrededor les parecía más familiar. La silla ahora ya no es tan alta y sus pies no quedan colgando, sintiendo la sensación firme de pisar seguros. El escritorio no sólo es de ustedes sino que deben y saben compartirlo con su amiguita de asiento. La pizarra es tan entretenida como para rayarla con los plumones o leer los contenidos que vuestras profesoras les enseña.
Si mis pequeños y pequeñas, están creciendo, aprendiendo y asimilando lo que el mundo real y el mundo de fantasía que aun sigue vivo en su imaginación les regala y les desafía a seguir conociéndolo para que esa imaginación se desarrolle de tal manera que puedan descubrir nuevas formulas para mejorar a los enfermos, descubrir a través del lápiz y papel mejores lecturas para otros niños, con su compás y cálculo exacto construir grandes edificios.
Todo lo que sueñas, todo lo que imaginas, todas las combinaciones de tu mundo mágico y el real se pueden hacer con perseverancia, deseos, y trabajo.
Sigue estudiando, sigue preparándote para el éxito, para cumplir tus sueños, tus proyectos.
Desde un rincón estaré sonriéndote porque veré a través de tu éxito el mío propio, de saber que de alguna manera contribuí a que crecieras y demostrarle al mundo la hermosa persona que eres.
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