
Entre los más destacados fabulistas encontramos a Fedro, Esopo, La Fontaine, Samaniego, Iriarte, entre otros.
EL RÍO Y EL INVASOR
Un hombre porfiado construía su casa, muy cerca del río.
-No hagás tu morada en mi cauce -le decía el río susurrando-. Mirá que cada cierto número de años las nubes descargan furiosas más lluvia, y por mi cauce normal no puedo sacar al mar toda el agua que cae sobre mi cuenca. ¡Mirá que puedo inundar tu casa!
Pero el hombre, serruchando y clavando, no le ponía atención.
-Además, si por las montañas donde nazco el hombre ha cortado el bosque y ha desnudado el terreno, el agua correrá como loca, lavará la tierra y derramará sobre mí enormes cantidades de lodo y árboles que tendré que arrastrar. ¡Terminá ya de martillar y usá tu cabeza!
Continuamente, el río susurraba lo mismo. Al rato de escucharlo, el carpintero le dijo:
-Calláte. ¿No ves que hay otras casas ya construidas sobre tus riberas aguas arriba y nada les ha ocurrido?
-Te lo advierto porque ya ha sucedido otras veces. No cometás los errores de otros.
Pero el hombre no escuchó el consejo.
Un año de tantos, azotó la zona un fuerte temporal y el río tuvo que llenar sus riberas, que había utilizado durante miles de años para esas ocasiones. La poderosa corriente, como una lengua de agua agitada y turbia, creció y creció. Llevaba árboles y piedras enormes y con furia inundó todo a su paso y se llevó varias viviendas; nada lo podía detener. Las condiciones iban de mal en peor cuando el río encontraba la basura acumulada, que la gente, sin escrúpulos y perezosa, había estado echando. Aprovechaba él este desastre para manifestar, con su tempestuoso rugido, su malestar por la peor ofensa para él y que le propinaba la gente: que lo ensuciaran con la basura.
-¡Detenéte, río impetuoso! -le gritaban varios vecinos asustados, tratando de salvar algunos muebles ya enlodados-. ¿No ves que estamos perdiendo todo nuestro esfuerzo de años?
-Les advertí a tiempo. La fuerza de la gravedad me obliga a sacar el agua lo más rápido que puedo. Así son las cosas de la naturaleza y contra ellas ni yo ni nadie debe luchar. Así cobra ella a quien la desobedece. ¿Por qué no aprenderán de una vez por todas?
La mayoría por supuesto había hecho sus casas en las partes más altas y, como en otras ocasiones, los habitantes bajaron rápidamente en auxilio de los desprevenidos. Luego de estos sucesos, los vecinos decidieron reunirse y establecer un ordenamiento para el uso del territorio, siguiendo el comportamiento de los fenómenos naturales y de esta manera aprovechar mejor el ambiente para el beneficio de todos. También entendieron que lo mejor es proteger el río y no contaminarlo más con la basura.Había una vez una oveja negra que se cansó de ser la oveja negra de la familia y que todas las demás se riesen de su color. Entonces, se pintó de blanco y se mezcló con sus hermanas. Pensando en engañarlas con su nuevo aspecto, les dijo que se había acostado a dormir negra, y se había levantado blanca. Todo parecía funcionar muy bien , las demás la aceptaron y compartían sus horas con ella.
Un día estaban muy tranquilas comiendo pasto , cuando se escuchó un trueno y un fuerte chaparrón cayó sobre el lugar. Con la lluvia se despintó y volvió a ser negra. Las demás al ver las gotas blancas de la pintura resbalando sobre la lana negra, comenzaron a reírse otra vez.-
A lo lejos vieron acercarse a una oveja negra vieja.-
- Abuelita ¡Abuelita!- decían las ovejas saltando como canguros
-¡Hola ovejitas! ¿ y dónde está negrita ,la más alegre de mis nievecitas?- Me pinté de blanco abuela, porque quiero ser igual a las demás y mira lo que me pasó con la lluvia .- Y lo peor es que todas mis hermanas se ríen de mí.
Nieta mía, nosotras somos como las nubes del cielo. Si las nubes fueran todas blancas, no habría tormentas , nunca llovería ,el pasto no crecería y nos moriríamos de hambre.
Además, no importa el color que tengamos ,sino lo útiles y buenas que seamos.
A los saltos y entre risas, la abuela con todas sus nievecitas(las blancas y la negra) ,se pusieron a bailar cantando esta canción :
Las ovejas negras somos
Como nubes de tormenta,
Cuando dos de ellas se juntan
En el cielo se arma fiesta.-
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